dimecres, 20 de gener del 2010

Los problemas de la cumbre de Copenhagen comenzaron con la división de los países desarrollados y los que estan en proceso de desarrollo.

La Unión Europea anunció un plan para reducir sus emisiones de gases al igual que hizo el presidente de los Estados Unidos Barak Obama. Por otro lado los países en proceso de desarrollo y los países más pobres exigieron que Estados Unidos y los países desarrollados recorten más drásticamente sus emisiones de gases.


A los países en desarrollo les preocupa cómo promover el crecimiento económico sin perjudicar el medio ambiente. Su punto de vista es que el cambio climático esta alimentado por los países ricos y que es injusto que se les penalice a ellos por el uso de combustibles fósiles que serán consumidos en los países desarrollados. A pesar de todo esto, algunos países, como México, China y Brasil, se han comprometido a reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero.


Otro problema es la ayuda para los países pobres, la ONU piensa que los países occidentales deberían ayudar a los países pobres para prepararlos ante el impacto que tendrá el cambio climático e intentar proteger sus economías. Los países desarrollados
no querían financiar este plan, aunque la Unión Europea anunció un acuerdo de 7.200 millones de euros hasta 2012 para los países en desarrollo, España dará 375 millones de euros en los tres años. Suecia ha comprometido 800 millones de euros, Italia 600 y Holanda 300 millones de euros.

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