


Muchos países, incluyendo los de Europa y del mundo en desarrollo criticaron la falta de resultados, criticando a EE.UU y China por no haber alcanzado un acuerdo vinculante que limite las emisiones de carbono. Países en desarrollo, en particular países de América Latina, que criticaron a Obama, insistieron que las naciones industrializadas, responsables de la mayoría de la contaminación, deberían pagar la mayor parte del costo para mitigar los efectos.
La mayoría de los movimientos ecologistas y organizaciones no gubernamentales presentes en la conferencia de Copenhague expresaron su desilusión, advirtiendo que el acuerdo conseguido era insuficiente.
Acerca de la creación de un fondo global de 100.000 millones de dólares financiado por los países ricos para combatir el cambio climático en los países pobres, el solo logro concreto, algunos críticos dijeron que esa cifra era insuficiente.
A pesar del consenso final entre Estados Unidos, China, India, Brasil y Sudáfrica, surgieron dudas sobre lo que logro esta cumbre pero Barack Obama declaró haber alcanzado un "avance significativo", pero la mayoría de medios declararon que el acuerdo dejaba mucho que desear sobre lo que se esperaba la ONU y los científicos.
Según la Unión Europea, que fueron los organizadores de la cumbre, el objetivo inicial era hacer un acuerdo legalmente exigible pero al final solo se consiguió que los Estados Unidos y lo países emergentes se comprometieran a reducir sus emisiones de gas con efecto invernadero para que la temperatura no subiese 2 ºC, pero sin concretar como lo harían.